El ministro de Hacienda, Donald Guerrero Ortiz, calificó de “extraño y abstraído de todo análisis de sus causas, magnitud y características”, el llamado a contener la deuda pública que hizo el representante del Banco Mundial en el país, Alessandro Legrottaglie.
Planteó que una prudente gestión de los recursos públicos manda a distribuirlos de forma equilibrada y sin poner en riesgo su sostenibilidad en el tiempo.
“Eso es lo que ha hecho la actual administración del Estado dominicano”, afirmó el funcionario, tras recordar que en tan solo cinco años, más de 1.2 millones de personas salieron de la pobreza, gracias al crecimiento económico y a las políticas sociales emprendidas por el gobierno del presidente Danilo Medina.
Precisó que se trata de una reducción de la pobreza en 13.9 puntos porcentuales, “cifras que no tienen mucho precedente a nivel mundial” y que unidas a una disminución de 0.496 en 2012 a 0.457 en 2017 del índice Gini, que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos, evidencian que las políticas públicas puestas en marcha desde 2013, dedicando una mayor inversión en la educación, el sector agrícola, las Mipymes y los programas de protección social, han alcanzado resultados satisfactorios para la República Dominicana.
El volumen de recursos asignado a cada función del Estado siempre estará condicionado por la disponibilidad de los mismos, explicó Guerrero Ortiz. No obstante, dejó claro que cualquier comparación internacional sitúa al país en el grupo de más bajos ingresos fiscales.
Indicó que mientras en América Latina, los ingresos fiscales superan, en promedio, al equivalente al 23% del PIB regional, en la República Dominicana alcanzaron apenas el 14.9% en 2017.
“La realidad es que los ingresos tributarios son bajos y esa es la principal limitación para la provisión de bienes y servicios públicos, aún estando en la frontera de eficiencia en el uso de los recursos”, sostuvo el funcionario.
Puntualizó que en ese contexto de estrechez de recursos fiscales y la necesidad de atender las legítimas demandas de la sociedad por más y mejores servicios públicos es que debe analizarse la evolución de la deuda pública.
Al referirse a las declaraciones de Legrottaglie sobre la aparente contradicción entre el buen desempeño económico pero sin mejoras en reducción de pobreza y la desigualdad que caracterizarían a la República Dominicana, Guerrero Ortiz declaró:
“Desde el Ministerio de Hacienda valoramos las opiniones y creemos en el debate de las ideas. Más aún cuando provienen de una institución que ha sido aliada estratégica para el país en su senda hacia el desarrollo.
Sin embargo, en esta ocasión nos sentimos en la obligación de manifestar que no estamos de acuerdo con las apreciaciones realizadas que, por lo demás, no se sustentan en las informaciones disponibles y en los hechos contrastables”.
Aseguró que el nivel de endeudamiento del país no se encuentra entre los más altos de la región. Al cierre del año 2017, la deuda de República Dominicana se encontraba en alrededor del 39% del PIB, cuando el promedio regional era de 55.4%, precisó el ministro.
Puntualizó que el tamaño de la deuda tampoco es el principal indicador de riesgo de la República Dominicana. “El país ha logrado acceder y goza de la confianza de los mercados internacionales, lo que ha propiciado que tres agencias calificadoras de riesgo mejoraran su calificación durante los últimos tres años”.
A través de una nota de prensa enviada por la Dirección de Comunicaciones, el titular del órgano rector de las finanzas públicas declaró que en los últimos años se ha reducido la proporción de deuda en monedas extranjeras de un 84% en 2013 a un 74% a junio del 2018, (reduciendo la exposición a fluctuaciones en los tipos de cambio); mientras que alrededor del 88% está contratada a tasas fijas (con lo que el riesgo de aumentos de tasas de interés solo afecta marginalmente).
Agregó que las tasas de los bonos domésticos se han ido reduciendo sistemáticamente (de un promedio de 13% en 2013 a menos del 10% en 2018); el plazo de la deuda se ha incrementado de 7 a 9 años de 2013 a junio del 2018; se inició un programa de emisión de bonos globales en moneda local y se han realizado operaciones de manejo de pasivos que han permitido reducir el nivel y recomponer el perfil de la deuda.
“Es indiscutible que la República Dominicana mantiene un ritmo de crecimiento económico que la coloca entre las economías más dinámicas del mundo. En el período 2013-2017, la actividad económica medida por el PIB real creció a un ritmo de 6.1% promedio anual, tendencia que continúa en 2018”, recalcó.
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